Los seres vivos evolucionan. El paso del tiempo introduce pequeñas modificaciones,algunas de las cuales, fruto de la selección natural, determinan nuevas formas vivas mejor adaptadas a su medio, y que por tanto, prevalecen frente a las otras.
Las máquinas y los inventos humanos también “evolucionan”. Los nuevos modelos introducen, frente a los anteriores, pequeñas innovaciones, algunas de las cuales tiene éxito en el mercado y perduran.
Sobre este símil, la evolución darwiniana contada a través de un ingenio tecnológico –la máquina de escribir y su teclado QWERTY- se construye esta exposición. La evolución biológica y la tecnológica tienen una diferencia sustancial; la primera es aleatoria, mientras que en la segunda existe direccionalidad, marcada por el fabricante y el mercado.
Procesos biológicos, como la adaptación a nuevos medios, la coevolución o la especialización, tienen su correlato tecnológico en los sistemas de imaginados por el hombre para hacer más útiles, bajo determinadas circunstancias, las máquinas de escribir: la hipertrofia del carro o la simplificación de algunos dispositivos mecánicos lo ejemplifican.