La Sala Iberia está dedicada a una de las piezas más emblemáticas del museo: el Boeing 747 "Lope de Vega".
Esta majestuosa aeronave "aterrizó" en el museo en el verano de 2009, tras completar un último vuelo lleno de historia. Entre sus muchas hazañas, destaca haber transportado en sus bodegas el Guernica de Picasso desde Nueva York a Madrid, sumando así un nuevo capítulo a su legado.
El espacio invita a los visitantes a descubrir algunos de los elementos más singulares de estos gigantes del aire que surcaron los cielos a finales del siglo XX. Se pueden observar desde una de sus turbinas hasta un extremo de sus imponentes alas. Además, su cabina se ha integrado en el recorrido museográfico, permitiendo a los visitantes atravesarla para conectar distintas salas del museo. Durante este trayecto, se puede acceder al pasaje de primera clase y al habitáculo de los pilotos, ofreciendo una experiencia única a bordo de estos colosos del cielo.